En la figura 4 se muestra el modelo de factores de riesgo empleado en el Programa de Salud Bucal de la OMS como plataforma de ayuda a los países para diseñar un plan de acción integral de promoción de la salud. De este modelo se desprende que no solo se tienen en cuenta unos mejores resultados en materia de salud bucodental, sino también los aspectos relativos a la salud sistémica y la calidad de vida. El objetivo de la OMS es ayudar a los Estados miembros a trabajar para mejorar la salud general a través de la salud bucodental. Las autoridades y administradores sanitarios nacionales también deben tener presente que la salud bucodental no es un concepto aislado, sino que está relacionada con el resto del organismo. La salud bucodental es un componente esencial de la salud y es fundamental para tener una buena calidad de vida.
Es importante que los países ofrezcan programas de salud para enfermedades crónicas (en países industrializados), a fin de que las repercusiones directas e indirectas de la salud bucodental sean incorporadas a la asistencia sanitaria. Mientras, los desafíos son enormes para muchos países en vías de desarrollo, donde únicamente existen limitados programas de atención sanitaria para la mayoría de las enfermedades crónicas.
Recientemente, en la ciudad de Kobe (Japón), la OMS analizó la interrelación entre la salud bucodental y la salud general. En esa reunión, se debatió cómo el conocimiento de la relación entre salud bucodental y salud general puede transformarse en programas de acción. El enfoque de la OMS es obtener información a partir de programas de demostración en diversos países, y convertir esa información en programas de acción globales.
Bancos de datos
En su Informe Mundial sobre Salud Bucodental2 de 2003, la OMS afirmaba que fomentaría un análisis del estado actual de la ciencia a nivel mundial. La misión de la OMS es ayudar a los países a utilizar las pruebas existentes sobre prevención de enfermedades y promoción de la salud bucodental y a convertir esa información en planes de acción. La OMS ha establecido bancos de datos que permiten a los países emplear la información disponible sobre salud bucodental, no solo con fines de planificación, sino también con fines de vigilancia y de evaluación de los resultados de los programas de salud pública.
Programas de salud pública
El Programa de Salud bucodental de la OMS insiste en el hecho de que la integración de la promoción de la salud bucodental en el sistema de salud general es de vital importancia en los programas de salud nacionales y comunitarios. El nexo existente entre salud bucodental y salud general es acusado en las personas de edad avanzada, dato que fue plasmado recientemente en un documento de políticas4 sobre cómo reforzar el trabajo de promoción de la salud bucodental en personas de edad avanzada. Debido a la constante evolución demográfica, el foco se centra ahora en las personas de edad avanzada. En los próximos 30 años, el 80% de las personas de edad avanzada de todo el mundo vivirán en países en vías de desarrollo5, donde el acceso a la sanidad es limitado en comparación con los países desarrollados. En estos países en vías de desarrollo, la promoción de la salud y de la salud bucodental debe considerarse en un sentido mucho más amplio dentro del marco de programas de salud pública nacionales y comunitarios, sin depender de los profesionales sanitarios. A modo de ejemplo, en el país de Burkina Faso, en África Occidental, solamente hay un dentista por cada 225.000 habitantes. En un caso así, la promoción de la salud bucodental no puede confiarse a los dentistas. Es necesario establecer iniciativas orientadas a la comunidad en estos países, y la promoción de la salud mediante entornos y estilos de vida saludables constituye una excelente estrategia para el desarrollo de sistemas de salud bucodental.
Otro de los objetivos de la OMS es controlar los factores relativos a la dieta y la nutrición, dada su importancia en la prevención de enfermedades crónicas. En 2003, la OMS publicó el informe técnico "Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas" y, por primera vez en la historia reciente, se dedicó un capítulo a la prevención de enfermedades dentales a través de la dieta.6 Este documento es una importante herramienta que permite a la OMS y a los encargados de formular políticas sopesar cuándo deben relacionarse los problemas de salud bucodental con la prevención de enfermedades crónicas según lo recomendado por la Estrategia Mundial de la OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud.7
La preocupación por una dieta saludable se aplica no solo a la prevención de enfermedades dentales, sino también a la prevención del cáncer bucodental. En mayo de 2005, la Asamblea Mundial de la Salud instó a los países a reforzar los programas de control del cáncer.8 En ese llamamiento incluye el cáncer bucodental, y en la declaración de política7 se recomienda que la prevención del cáncer bucodental se integre de una forma más sistemática.9 Esta iniciativa complementa las iniciativas sobre factores de riesgo surgidas del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.10,11
Cada vez son más los países que muestran interés por conocer los efectos del refuerzo de los programas de salud pública. En la Asamblea Mundial de la Salud del año 2000, la OMS hizo hincapié en la necesidad de trazar un mapa epidemiológico de enfermedades crónicas en el mundo,12, relacionando esa información con los diferentes factores socioconductuales y utilizando los datos de vigilancia para ajustar la estructura y la función de los sistemas de salud de los países. El foco de esta resolución de la Asamblea Mundial de la Salud del año 2000 era la idea de que, si puede reducirse el nivel de exposición a los factores de riesgo de las enfermedades comunes no transmisibles, puede conseguirse una mejora de la salud de las personas en todo el mundo, que deberá documentarse.
Sistemas de vigilancia de salud bucodental de la OMS
El informe SuRF13 informa acerca de un nuevo sistema de vigilancia sanitaria diseñado por la OMS. Se recomienda que los Estados miembros adopten este principio de forma que cada país disponga de una base de datos. La OMS basa esta información en diversos medios de recopilación de datos, incluyendo cuestionarios, mediciones físicas, evaluaciones clínicas u otras mediciones médicas más avanzadas. Los sistemas de vigilancia de la OMS incluyen variables básicas, información ampliada, e información opcional que depende de la situación en diferentes países.