Caries en la primera infancia
La caries de la primera infancia (CPI) es una forma muy extendida de caries dental. Se trata de una la enfermedades crónicas más habituales en la infancia y constituye un problema muy grave. Se sabe que la CPI es 5 veces más habitual que el asma y 7 veces más que la alergia al polen en niños de preescolar
El cuadro clínico de la caries de la primera infancia puede dividirse en tres grados de gravedad, que se basan en el patrón de las caries:
CPI de tipo I: Forma de leve a moderada en los molares de leche
CPI de tipo II: Forma de moderada a grave caracteriza principalmente por lesiones en los incisivos de la mandíbula superior
PI de tipo III: Forma grave en la que prácticamente todos los dientes de leche se ven afectados.
En el mundo, puede suponerse una prevalencia que fluctúa entre el 3 y el 45 % ⁶
Las causas del desarrollo de una CPI son muy diversas. Este desarrollo exige que las bacterias cariógenas se instalen en la boca. Sin embargo, esto es difícil de evitar. Por lo tanto, deben analizarse otros factores, como:
Ingesta frecuente de alimentos azucarados del biberón
Consumo frecuente de dulces como aperitivo
Higiene bucodental inadecuada
Uso irregular o insuficiente de dentífricos con flúor
Desafortunadamente, la CPI es más frecuente en familias socialmente desfavorecidas. Es importante que los padres sean conscientes de los riesgos en una etapa temprana.
La evolución grave de la CPI suele derivar en la extracción del diente de leche. Es importante tratar la CPI pronto o impedir que se produzca con medidas preventivas, puesto que, en el caso de las CPI, lo habitual es repararlas con anestesia general debido a la cantidad de dientes afectados y la gravedad de la destrucción.
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Hipomineralización incisivo-molar (HIM)
La odontología pediátrica lleva muchos años investigando el cuadro clínico de la HIM que se describe una hipomineralización sistémica de entre uno y los cuatro primeros molares definitivos, con o sin afectación de los incisivos. La gravedad de la enfermedad varía ampliamente. Los dientes afectados pueden mostrar opacidades o decoloración visibles, o incluso una pérdida de esmalte significativa. La clasificación de Wetzel y Reckel permite una clasificación de la gravedad de este cuadro clínico⁷
Grado I: Se conserva la morfología del diente. Pueden observarse zonas decoloradas individuales en las superficies de mordida.
Grado II: El esmalte afectado tiene un color marrón-amarillento y las zonas hipomineralizadas sobresalen de las superficies de mordida. Existe un aumento del riesgo de rotura del esmalte y sensibilidad al dolor en el diente afectado.
Grado III: Se observan grandes zonas teñidas de color marrón-amarillento en el diente afectado, con defectos adicionales en la morfología de la corona y una pronunciada pérdida de esmalte, combinado con una alta sensibilidad al dolor en el diente afectado.
El llamado concepto Würzburg ofrece una clasificación ampliada. Consta de un índice de clasificación detallado, denominado «MIH Treatment Need Index (MIH-TNI)» y de un concepto terapéutico basado en este. El concepto Würzburg colma las lagunas de las clasificaciones anteriores ofreciendo al dentista encargado del tratamiento un índice que solo utiliza el defecto como criterio principal y que, además, tiene en cuenta el alcance del defecto y la hipersensibilidad asociada y ofrece una recomendación de tratamiento⁸
La MIH es una enfermedad extendida en todo el mundo con una incidencia global de aproximadamente el 14,2 %. En Alemania, alrededor del 10-20 % de los niños y adolescentes sufren hipomineralización incisivo-molar. ¹⁰ La MIH es el trastorno estructural más frecuente de la estructura dental. El tratamiento de la MIH es diverso. En función de la gravedad de la enfermedad, oscila entre una profilaxis intensiva, medidas de reparación y, en casos extremos, la extracción.
Un diagnóstico de HIM no solo constituye un reto para el dentista, sino que también es muy importante para la atención futura del paciente.
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Fluorosis
En niños de preescolar, el exceso de flúor sistémico durante un largo período de tiempo puede dar lugar a cambios en el interior y por debajo de la superficie del diente. Estas fluorosis dentales suelen manifestarse en forma de manchas blancas y opacas en el diente; en raras ocasiones el diente también adquiere un color amarillento-marronáceo. Los cambios en el esmalte dental ocasionados por la fluorosis son manchas o líneas simétricas indistintamente delimitadas.11 Estos cambios son, sin embargo, irrelevantes para la función del diente y su salud. Las fluorosis pueden aparecen entre los primeros meses de vida y los 6-8 años. El período que abarca entre los 6 y los 24 meses parece ser crucial para la aparición de fluorosis en los dientes anteriores.12 Se produce un aumento del riesgo de fluorosis cuando se utilizan pastillas de flúor o sal de mesa fluorada a la vez que se produce un aumento del contenido de flúor del agua potable y en caso de que se aumente la ingesta de dentífricos que contienen flúor.
Por lo que se refiere a la prevalencia de la fluorosis, las cifras varían ampliamente en todo el mundo. Un aspecto muy importante para la incidencia de fluorosis dental en niños de las regiones respectivas es la cantidad de fluoración del agua potable. Los estudios recogen prevalencias mundiales del 16,7 % al 32,2 %.13 En Alemania, la prevalencia de fluorosis es bastante inferior y en los años noventa era del 5,4 % en personas de entre 3 y 17 años 11 Se presupuso que el aumento de las medidas profilácticas con preparados y productos de higiene bucodental fluorados podía incrementar la incidencia de fluorosis. Sin embargo, no es así. Según un estudio científico, la prevalencia de fluorosis en adolescentes de 15 años en Alemania en los años 2000 se mantenía en el intervalo del 4,9 % al 6,1 % .15
4 https://www.bzaek.de/fileadmin/PDFs/presse/pk/140207/ECC_Konzept.pdf
5 Splieth et al.: Oral health in infancy. Prev Gesundheitsf 4, 119-123, (2009).
6 Borutta et al. Explanatory Model of Early Childhood Caries. Oral prophylaxis & pediatric dentistry 32, 58-63, (2010).
7 Wetzel WE, Reckel U: Misstructured six-year-old molars are increasing - a survey. Zahnärztl Mitt 81, 650-651, (1991).
8 Bekes et al. The Würzburg MIH concept: Part 1. The MIH Treatment Need Index (MIH-TNI). Oral prophylaxis & pediatric dentistry 8 38, 4, 165-169 (2016); Steffen et al. The Würzburg MIH concept: the MIH treatment need index (MIH TNI). Eur Arch Pediatr Dent 18, 355-361 (2017).
9 Zhao D, Dong B, Yu D, Ren Q, Sun Y: The prevalence of molar incisor hypomineralization: evidence from 70 studies. Int J Pediatr Dent (2017).
10 Petrou et al.:Prevalence of molar-incisor-hypomineralization among school children in four German cities. Int J Pediatr Dent 24 (6), 434-440 (2014).
11 Meyer-Lueckel et al. Effects of fluoride tablets on caries and fluorosis occurrence among 6- to 9-year olds using fluoridated salt. Community Dent Oral Epidemiol, 38: 315-323 (2010).
12 Hong et al. Timing of fluoride intake in relation to development of fluorosis on maxillary central incisors; Community Dent Oral Epidemiol 34: 299-309 (2006).
13 Khan et al. Global trends in dental fluorosis from 1980 to 2000: a systematic review. Journal of the South African Dental Association, 60 (10): 418-421 (2005).
14 Schmalz et al. Developmental changes in the enamel when the fluoride concentration in drinking water is low. Dtsch Zahnärztl Z; 48: 629-633, (1993).
15 Pieper et al., Prevalence of fluorosis in 15-year-olds in three regions with different prophylaxis programs. Dtsch Zahnärztl Z; 63, 16-29, (2008).