Una buena definición de este concepto es la siguiente: "respetar la salud, la función y la estética de todos los tejidos bucodentales evitando la aparición de enfermedades o deteniendo su evolución con una pérdida tisular mínima." Utilizando esta definición, nuestro objetivo es prevenir la aparición de enfermedades bucodentales (ya sea caries o enfermedades bucodentales de carácter periodontal o tumoral), en primer lugar, trabajando continuamente con los pacientes para evaluar y reducir los factores de riesgo de estas enfermedades o, si la enfermedad ya está presente, tratarla de forma quirúrgica y/o química con la mínima pérdida de tejido tisular posible para esa situación determinada.
¿Cómo podemos prevenir las enfermedades bucodentales? El primer paso es evaluar la situación actual: por ejemplo, el grado de pérdida de inserción periodontal o el grado de penetración de caries. Para establecer una evaluación de referencia de la enfermedad actual, debemos determinar tantos parámetros como sea posible: profundidad de las bolsas periodontales, sangrado al sondaje, movilidad, afectación furcal, recuentos bacterianos, volumen, calidad y pH salivares, etc. También debemos conocer los hábitos actuales de higiene bucodental del paciente y los productos que utiliza, las enfermedades subyacentes que padece y los medicamentos que toma, así como sus hábitos alimenticios, si es fumador, etc.
Esta información de referencia se utilizará posteriormente para determinar el tipo y el grado de riesgo que el paciente tiene para cada enfermedad. Tras la evaluación detallada del riesgo de enfermedad, el equipo de profesionales dentales puede trabajar con cada paciente para informarle sobre el estado de su enfermedad y el nivel de riesgo, implementar intervenciones conductuales y químicas para revertir el proceso de la enfermedad y reducir los factores de riesgo, y trazar un plan de tratamiento para restaurar y preservar su estética y funciones bucodentales. El resultado de este enfoque triple individualizado (educación, intervención y restauración) depende de la obtención de un diagnóstico preciso de los factores de riesgo que provocan la enfermedad actual del paciente, y no solo del estado de su enfermedad actual.
Es evidente, por ejemplo, que la restauración de piezas dentales cariadas no evita una nueva aparición de la caries, es decir, la colocación de un empaste no reduce la probabilidad de recurrencia de la caries en esa o en otra pieza dental. Para que una restauración tenga éxito a largo plazo, es fundamental conseguir un entorno bucodental que favorezca la proliferación de una flora bacteriana saludable, eliminando los factores que permitan el predominio de bacterias patógenas. La odontología mínimamente invasiva se centra en el tratamiento de las enfermedades bucodentales, y no solo en sus signos y síntomas. El objetivo final es, en primer lugar, evitar la aparición de enfermedades o, si la enfermedad ya está presente, erradicarla y prevenir su recurrencia.
PARA OBTENER MÁS INFORMACIÓN
Visite el sitio web del Congreso Mundial de Odontología Mínimamente Invasiva en www.wcmid.com. Para acceder a artículos más amplios sobre el Tratamiento de la Caries mediante la Evaluación del Riesgo (CAMBRA), visite www.cdajournal.org. Los números correspondientes a febrero y marzo de 2003 y a octubre y noviembre de 2007 están dedicados a describir CAMBRA y cómo implementar un programa integral de tratamiento de la caries en su consulta.
