La pandemia de COVID-19 ha alterado nuestras rutinas diarias e impactado la calidad de vida de muchas personas en el mundo, incluyendo a pacientes que llegan a la consulta para recibir tratamientos de salud bucodental. El hecho de no tener que salir de casa (o no poder hacerlo) para ir a trabajar o a clase puede desajustar rutinas como lavarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental. Por otro lado, puede aumentar la cantidad y el tipo de alimentos y bebidas que consumimos y llevarnos a picar más entre horas. Asimismo, la pandemia ha causado mucho estrés, lo que contribuye a un incremento de los casos de bruxismo. Estos cambios pueden resultar perjudiciales para nuestra salud bucodental y además, está demostrado que la hipersensibilidad de la dentina empeora la calidad de vida. Los cambios en los hábitos alimenticios y la mayor ingesta de alimentos entre comidas también pueden aumentar el riesgo de padecer de caries.

La hipersensibilidad de la dentina hacer referencia al dolor agudo y repentino que aparece cuando la dentina expuesta y los túbulos dentinarios abiertos quedan expuestos a los estímulos. Estos estímulos pueden ser desde el contacto con la dentina expuesta, como ocurre al lavarse los dientes, el uso de hilo dental u otros instrumentos dentales, así como los cambios de temperatura (como respirar aire frío o beber líquidos calientes o fríos) o hasta el consumo de bebidas y alimentos dulces o ácidos. Algunas posibles causas de la dentina expuesta incluyen la enfermedad periodontal, la retracción gingival, el desgaste, la abrasión y la abfracción. Se estima que el 50 % de los pacientes con hipersensibilidad no manifiestan su dolor. Como profesionales de la salud dental, tenemos una oportunidad única de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes mediante el tratamiento de la hipersensibilidad de la dentina. A continuación, le presentamos algunos pasos que pueden ayudarnos como profesionales de la salud dental a hablar acerca de la hipersensibilidad de la dentina con quienes sufren en silencio y ayudar a pacientes con esta afección a mejorar su calidad de vida.

Para hablar de hipersensibilidad con nuestros pacientes, podemos empezar con una conversación que vaya más allá de las preguntas tradicionales como "¿Tiene algún tipo de dolor?".En lugar de eso, haga preguntas como "¿Evita comer alimentos que hacen que sienta los dientes sensibles?" o "¿Evita cepillarse algunas zonas de la boca porque esto le produce sensibilidad?".Además, observe la respuesta de su paciente a los estímulos generados durante la consulta. ¿Presenta sensibilidad ante procedimientos como la succión, el ultrasonido, el uso de instrumentos manuales o de la jeringa de agua y aire en zonas específicas? Estos estímulos no solo harán que la cita resulte incómoda para su paciente, sino que también pueden hacer que sea más difícil para el profesional dental ofrecerle los cuidados óptimos.

Aplicar un desensibilizante antes del tratamiento alivia las molestias para pacientes con hipersensibilidad de la dentina y da paso, así, a una mejor experiencia durante el tratamiento. Para aliviar la sensibilidad en casa, los pacientes pueden usar dentífricos específicos que se les pueden recomendar de venta sin receta con nitrato de potasio o fluoruro de estaño y Arginina. Para quienes tienen sensibilidad y, además, un mayor riesgo de padecer caries, existen otros dentífricos bajo prescripción con alto contenido en fluoruro (5000 ppm) para prevenir las caries.

La pandemia de COVID-19 ha supuesto múltiples desafíos para nuestra vida diaria. Los cambios en las rutinas de cuidado bucodental, los hábitos alimenticios y el aumento del bruxismo son algunas de las consecuencias negativas que los profesionales de la salud dental han observado entre sus pacientes. Ofrecerles soluciones que alivien la hipersensibilidad de la dentina tendrá un impacto positivo en su calidad de vida. Considerando el impacto que la COVID-19 ha tenido y sigue teniendo, esta es la forma de aportar nuestro granito de arena.